¿Por dónde empezarías si quisieras mejorar el bienestar en tu organización?
Si tuvieras que hacer una intervención sencilla para mejorar el bienestar en tu organización o sector, ¿por dónde empezarías?
👉 ¿Por las tareas?
👉 ¿Por el clima social?
👉 ¿O por la forma en que se organiza el trabajo?
Esta fue la consigna disparadora de una actividad grupal en el marco de una charla sobre Psicología Organizacional Positiva (POP), en la que participé junto a responsables de gestión del talento humano de distintas empresas.
Y la respuesta fue clara.
La gran mayoría coincidió en que intervenir en la organización del trabajo es el camino con mayor impacto para el bienestar de las personas.
Confieso que no me sorprendió. Pero fue valioso constatarlo en un entorno diverso, con profesionales que hablan desde la experiencia cotidiana en contextos reales.
¿Por qué importa tanto la forma en que se organiza el trabajo?
Porque las estructuras organizativas no son neutras.
Condicionan cómo fluye (o no) la información. Cómo se toman (o se postergan) las decisiones. Cómo se vinculan (o se aíslan) los equipos. Cómo se reparte (o se concentra) el poder.
Y cuando la forma de organizarnos limita, agota o desconecta a las personas, ninguna política de bienestar superficial va a compensarlo.
Por eso, antes que rediseñar tareas o “mejorar el clima”, es necesario revisar cómo se está gestionando el sistema en su conjunto.
El enfoque POP y la transformación organizacional: puntos de encuentro
Durante el intercambio surgieron también las condiciones que permiten —o bloquean— que estas prácticas realmente funcionen.
Por ejemplo, cuando las personas aún no han superado las capas más básicas de la pirámide de Maslow (como la seguridad o la estabilidad), cualquier intervención más “aspiracional” se vuelve frágil.
Sin embargo, encontré muchos puntos de contacto entre los pilares del enfoque POP y los principios que guían mi trabajo en transformación organizacional:
- Confianza como base de las relaciones laborales.
- Sentido de propósito como motor de la acción.
- Sistemas que potencian, no que controlan.
Son caminos complementarios. Y creo que cuando colaboramos entre disciplinas y enfoques, podemos generar un impacto más profundo, tanto en las personas como en las organizaciones de las que forman parte.
Comparto el mapa mental que realicé en base a parte del contenido compartido en el evento.
Agradecimientos
Gracias a Juan Vaamonde por su excelente exposición y generosidad al compartir materiales. También al equipo del CCIRR, Mariana, Jenifer y la UNRaf por hacer posible este espacio de aprendizaje colectivo.
Quizás sea hora de dejar de pensar en cambiar tareas… y empezar a rediseñar cómo se organiza el trabajo en sí. Porque cuando cambiás la estructura, todo cambia.
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